domingo, 31 de agosto de 2014

Primavera Isadórica

Contra todo pronóstico y para mi grata sorpresa, Isadora, mi querida Masdevallia Amabilis, ha empezado a crecer incesantemente desde que corté la última flor de su período de florecimiento. Hay dos hojas nuevas creciendo en ella, y los tallos cada día están más largos. Parece que habrá flores antes de lo previsto. 


Futura hoja


Hoja en crecimiento


Tallos en crecimiento/ futuras flores









¿Y ahora qué? (Cómo cuidar a tu orquídea fuera de su período de florecimiento)

Que el período de florecimiento de tu orquídea haya culminado no significa que ya no necesite de tu cuidado. Aún lo hace, y de ello dependerá su futuro florecimiento. Aquí algunos tips express de qué hacer y cómo seguir cuidando a tu orquídea mientras no tiene flores.

Mi orqui-diario físico

1. Cambia de maceta (opcional)

Cambiar de maceta una vez que ha culminado su período de florecimiento es una muy buena idea, pues permite observar el estado de salud de las raíces y renovar el medio en el que tu orquídea está sembrada. Es importante que escojas el medio adecuado según las necesidades de tu orquídea*.


2. Abona (opcional)

Este paso varía de acuerdo a la especie que tengas y el abono que prefieras usar. Por ejemplo, yo utilizo el abono nutricote -y lo recomiendo-, el cual se aplica cada tres meses y por ello aún debo esperar un tiempo antes de volver a abonar a Isadora. Sin embargo, si no has abonado antes a tu orquídea, este puede ser un gran momento. 


3. Cuida la salud de las hojas

Verifica que no se presenten enfermedades u hongos en las hojas, de modo que no se expandan al resto de la orquídea. De presentarse algo así retirar o podar la zona dañada con una herramienta desinfectada. 


4. Riega

Continúa regando a tu orquídea como antes -con agua hervida, y cada 4 a 7 días dependiendo de la especie y el clima. 


___________________________________

*Aquí un par de notas en torno a los diferentes medios para plantar o potting mixes: "Orchid Potting Media Reviewed", American Orchid Society: https://www.aos.org/Default.aspx?id=425. "Deciding on a Potting Mix for Orchids", For Dummies: http://www.dummies.com/how-to/content/deciding-on-a-potting-mix-for-orchids.html. Espero poder hacer una nota en español acerca de este tema pronto. 

miércoles, 13 de agosto de 2014

Fin de ciclo


Ha culminado la etapa de florecimiento de Isadora, mi querida Masdevallia Amabilis moyobambina. Ahora quedan meses de cuidado y espera a la próxima llegada de sus flores. 

Muy pronto estaré escribiendo un post acerca de cómo cuidar a tu orquídea durante este período.


martes, 12 de agosto de 2014

La vainilla es una orquídea

Así es, tal como lo leen: la vainilla es una orquídea, y como ya estarán deduciendo, la esencia de vainilla proviene de ella.  

De hecho, la vainilla es un todo género de orquídeas, con más de 100 especies distintas que crecen en las diferentes zonas tropicales del mundo, las cuales se caracterizan por ser plantas monopodiales y trepadoras. No obstante, es de la especie Vanilla Planifolia –hallada en todo el territorio tropical entre México y Paraguay- de donde se extrae la esencia de vainilla, y los orígenes de su uso como saborizante se extienden hasta el México precolombino.

Sin embargo, fueron los colonizadores españoles del siglo XVI quienes la introdujeron al viejo continente, y los primeros causantes de su actual reputación internacional. Asimismo, fueron ellos quienes le acuñaron el nombre “vainilla”,  no para nombrar a la flor sino más bien al fruto: las vainas de color negro de las cuales se extrae el saborizante –asimismo, la palabra “vaina” proviene del latín “vagina”, que significa, justamente, envoltura o cobertura.

Los dejo aquí con una breve nota acerca de la historia de la producción de la vainilla en el mundo:

La historia de la vainilla resume dramáticamente mucho de lo que ha sucedido con una serie de plantas útiles originarias de nuestro Continente. No hay una idea clara de dónde se originó esta planta que, como todos saben, es una orquídea silvestre en toda la América Tropical. Hay por ahí quienes favorecen su origen amazónico y eso les interesa a los que estudian paleobotánica. Pero lo cierto es que cuando llegaron los españoles, ya esta aromática planta estaba en todas las selvas de América y eran los mexicanos quienes habían aprendido muy tempranamente a aprovechar sus magníficas cualidades de saborizante. Sahagún (Bernardino Rivera, 1488 -1590), un conocido cronista de la Conquista de México, habla del empleo y cultivo de esta planta en el Imperio Azteca. Francisco Hernández, médico de Felipe Segundo, quien describió muchas plantas útiles de México, también prestó especial atención a la vainilla.

Desde el siglo XVI, los españoles empezaron a importar desde México este aromático producto que fue utilizado en la preparación de postres y bebidas; y hasta mediados del siglo XIX, México mantuvo el monopolio de la producción. Se dice que esto era debido a que no se había logrado el cultivo de la vainilla en ninguna otra parte del mundo, porque la polinización de las flores de esta planta se lograba solamente por la presencia de una especie muy particular de avispa o de una clase especial de colibrí. Cierto o no cierto, resulta que en los años 40 de ese siglo se inventó una forma artificial de polinización y se logró el cultivo en Java y su extensión a otras regiones del sudeste de Asia y Oceanía. De allí se extendió más tarde a Madagascar y otras regiones del África. Terminó así el monopolio mexicano.

Durante el primer cuarto de nuestro siglo (siglo XX), la producción mundial de vainilla llegaba a 600 toneladas anuales de las cuales solamente el 25% provenía de América, 40% de Asia y 35% del África. Y en pocos años más, con una producción de 900 toneladas, el África tomó la delantera con 75%, dejando a América con 15% y al Asia con 10%.

En la década de los 70, Madagascar produjo el 90% de toda la producción mundial de vainilla natural cuya demanda comenzó a disminuir, sin embargo, a partir de 1974, cuando los químicos aprendieron a sintetizar la vainilla.


De todas maneras, los que tenemos buen paladar, sabemos diferenciar la deliciosa vainilla natural de la vulgar esencia sintética.

Fernando Cabieses, “Cien Siglos de Pan”


Vanilla Planifolia; ilustración por Franz Eugen Köhler, Köhler's Medizinal-Pflanzen





viernes, 8 de agosto de 2014

Las orquídeas y los Incas: la leyenda de la princesa Waqanki


Narra una vieja leyenda, recopilada por la tradición oral quechua, la historia de Waqanki, una bella princesa Inca que se enamoró perdidamente de uno de los guerreros del imperio. Sin embargo, a pesar de su apasionado amor, el destino de Waqanki dictaba que ella debía servir plenamente al Dios Sol, y es por ello que, cuando el Inca supo de sus amores con el guerrero, lo mandó a capturar y a ejecutar.

La princesa Waqanki rogó al Inca que no ejecute a su amado, aparentemente logrando convencerlo. Sin embargo, astutamente, el Inca decidió enviar al guerrero y a una pequeña tropa a apaciguar una zona rebelde en la amazonía, pues sabía que no saldría vivo de aquella misión.

Al enterarse de esto, la princesa Waqanki corrió selva adentro a buscar a su amado. Al no encontrarlo, la princesa se internó en los bosques llorando su amor prohibido y perdido. Y dice la leyenda que donde caían sus lágrimas brotaban unas bellas flores, desde entonces conocidas como Waqanki- vocablo quechua que significa “llorarás”, y nombre para la orquídea Masdevallia veitchiana.

Se dice, así, que la orquídea Waqanki es tan mágica y hermosa, que hasta hoy en día hace llorar de amor a los guerreros y viajeros más fuertes y adiestrados.


Masdevallia vetchiana. Fuente: Damon Tighe@Flickr

jueves, 7 de agosto de 2014

Discúlpame pero te tengo que cortar


Llegará el día en que sea necesario podar una parte de tu orquídea, y seguro no querrás hacerlo. Si bien deshacernos de una parte de la planta que hemos estado cuidando por tano tiempo puede resultar doloroso, es preciso entender que esto también forma parte de su cuidado, y que es fundamental que se haga.

En este post quisiera mencionar cuáles son los tres momentos en los que se debe podar a una orquídea, así como dar algunas indicaciones sobre cómo hacerlo.

Advertencia:
Es esencial que cuando vayas a podar a tu orquídea utilices una herramienta esterilizada, pues no quieres llevar enfermedades a la planta. Aquí algunas opciones a tomar en cuenta:
1. Una tijera o cuchilla desinfectada con alcohol 
2. Una tijera o cuchilla lavada en agua caliente con detergente, y posteriormente pasada por fuego
3. Una tijera o cuchilla lavada en agua caliente con solución de fosfato trisódico

¿Cuándo podar a tu orquídea?

1. Uno de los tallos de tu orquídea ha dejado de florecer


Es decir, todas, todas, las flores del tallo se han caído, y este está empezando a ponerse de color marrón, como el tallo derecho de mi querida Masdevallia Amabilis, Isadora:


En este caso, será necesario que cortes el tallo que ha dejado de florecer, de modo que la planta deje de emplear energía en él –es un tallo que ya ha culminado con su ciclo de florecimiento- y, más bien, la utilice para el fortalecimiento de sus hojas y raíces. De esta manera, la orquídea volverá a tener un período de florecimiento bello y saludable en el futuro. 

No obstante, existen dos formas en las que puedes hacer el corte del tallo en cuestión, dependiendo de las características de tu orquídea y de lo que desees para ella:

a) Cortar el tallo debajo de la altura de las hojas. Esto permitirá que la orquídea reuna más energía en sus raíces, tallos y hojas, logrando un mejor florecimiento en el futuro. Es recomendable hacer esto con una planta joven o con una planta con raíces pequeñas o débiles, pues le permitirá fortalecerse.

b) Cortar el tallo debajo de la parte que se está poniendo marrón. Si optas por esta opción, tu orquídea podría volver a florecer pronto, sin embargo, las flores serán más pequeñas y débiles que aquellas del florecimiento anterior. Conviene optar por este procedimiento únicamente con orquídeas cuyas raíces son grandes y fuertes.

En el caso de Isadora, yo opté por la primera opción, pues además de ser una planta joven con raíces muy delicadas, quiero que guarde energía para que su próximo florecimiento sea furioso y apasionado.





2. Uno de los  tallos con capullos crecientes de tu orquídea se ha quebrado



Y yo sé, esto es profundamente doloroso, pero lo vas a tener que cortar. No hay posibilidad de que el capullo de ese tallo se desarrolle, así que lo más saludable es deshacerte de él y permitir que la energía de tu orquídea se oriente a la producción de nuevos tallos. En este escenario, puedes seguir los mismos procedimientos para podar tu orquídea que en el anterior, así que nuevamente dependerá de las características de esta y de tus deseos como cultivador.


3. Las hojas presentan hongos o infecciones

Existen múltiples tipos de hongos e infecciones que pueden afectar a nuestra orquídea, y en un post no muy lejano mostraré cuáles son los principales, así como modos de combatirlos. Sin embargo, en líneas generales, es preciso que cortes  las hojas de tu orquídea que presenten hongos o infecciones en ellas. Esto debe ser realizado apenas se divise el daño, pues mientras más tardes en hacerlo más opción tendrá la enfermedad de esparcirse por el resto de la planta. Una vez podada la orquídea, es conveniente proceder a cambiarla de maceta, para que puedas verificar el estado de las raíces, y detectar si el hongo o la infección está también afectando a estas.

Espero que la información de esta primera parte contribuya con el cuidado de tu orquídea, y si tienes alguna pregunta u observación no dudes en comentar. Por ahora, hasta el próximo post!